martes, 30 de julio de 2019

Cero Absoluto // Relato





Disgustado por su reacción toma su rostro entre sus manos. Sus ojos amenazan con que algo dentro de Ella puede romperse en cualquier momento. O quizás se haya roto ya...



«Y cuando solo quedemos tú y yo, y mil agujeros negros, y el sol enfriándose... 

¿Ahí también lo negarás? 

¿Sabes lo difícil es que estemos tú y yo, aquí y ahora? 

¿De verdad lo vamos a hacer más complicado?

Cuando tan solo se escuche el crepitar del sol dejándose enfriar, y el fin vuelva al origen… Solo entonces...»



Su voz se quiebra al contemplar la primera lágrima de Ella deshacerse por sus mejillas. Él la atrapa con el dorso de su mano antes de que continúe deslizándose. 



«Algún día todo desaparecerá. Tú y yo. Y nos llevaremos los recuerdos, nuestras dudas y como mucho quedará nuestra energía. El sol morirá y con él, el universo se convertirá en un cementerio custodiando cadáveres de estrellas infinitas. Desaparecerá el mundo, el resto de los planetas y hasta los agujeros negros. 

Y nosotros ya no seremos nada.


Algún día nuestro universo se apagará como la llama de una vela. Y no podremos escapar. Ni siquiera seremos una mota de polvo en la infinidad. 
Habremos sido el intento de un suspiro atrapado entre llantos. Un mal recuerdo. 

Somos nadie y hacemos nada».



Él ya no hace nada por evitar que las lágrimas de Ella dejen de caer. Ruedan sin cesar impidiendo que pueda ver una imagen nítida. Solo logra advertir una figura al otro lado, hablándole y zarandeándola, procurando que entre en razón.



«Cuando el universo se convierta en finito y comience a desaparecer, y con él todo… Llegaremos al cero absoluto. 

El tiempo será algo absurdo, una eternidad sin nada».



Y Ella deslizó el anillo que había permanecido durante largos años en su dedo anular y le besó. 



Solo entonces sintió que el universo había desaparecido. 


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