Es necesario
tener un Norte al que volver.
Una guía para
saber regresar.
Un camino que
devuelva el agua a su cauce.
Sin la aguja
de la brújula no hay…
No hay Norte.
No hay caminar. No hay futuro. Nada.
Mi Norte es
de carne y hueso, me ha enseñado a amar la música indie y sabe abrazar. Es mi
media naranja de conciertos y mi otra mitad en los escenarios. Prepara los mejores nachos mexicanos del mundo y
busca las películas más extrañas de Netflix.
No guarda
consejos. Solo escucha, como nadie, y después ofrece unas palabras que se
tornan a solución.
Siempre me
hace encontrar una visión sosegada del caos. Es ese paso que me hace dar, en
silencio, hacia atrás para verlo todo con perspectiva.
Los Nortes a
veces también se convierten en hogar, en un lugar donde pase lo que pase,
siempre te sientes a salvo. Se transforman en un colchón, una coraza, una base
sobre la que reconstruirnos cuando nos rompemos.
Me ha encantado
ResponderEliminarBesos guapa
¡¡Muchísimas gracias!!
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