martes, 19 de febrero de 2019

Humo // Relato





Cada cigarrillo tiene un nombre y una historia.



A los catorce fue el primero.
¿Recuerdas? Lo fumé delante de ti, para impresionarte. 
Y lejos de sorprenderte te dio un ataque de risa producido por el mío de tos tras la primera, y fallida, calada.

Fue el primero de muchos que vendrían después. Pero contigo, siempre.
El nombre de mis cigarros se lo ponía yo, pero el apellido siempre era el tuyo.

Llegaron los tan famosos de después de echar un buen polvo. Los de la satisfacción. 
Aquellos hacían que cerrara los ojos como si los poros de mi piel todavía continuaran expulsando orgasmos.

Por último llegaron las cajetillas de los disgustos. 
Cada cigarro contaba una historia triste que me arrancaba de lo más hondo un trocito de alma.
Pedacitos que se iban envueltos en el humo gris que exhalaba en cada calada.

Siempre lo respirabas.

Decías que era tóxica. 

Y que todo el humo te lo estabas tragando...



Y te fuiste.

3 comentarios:

  1. La gatyta una vez más sorprendiéndonos!!

    ResponderEliminar
  2. ¡Me encanta! Ya lo sabes ^^
    Esperando con ansia viva lo que aún no puede ser nombrado jaja
    In love por completo ♥
    ¡Un besazo preciosa!

    ResponderEliminar